¡Putos Suecos!
Es la frase que dirás todo el día si vas a Estocolmo. Qué envidia de país, de cultura y de tó. Y a pesar del clima, hay sitio para el satanasismo empezando por las R1200GS de la policía (sin foto, lo siento pasó con las sirenas y luces como una exhalación) y terminando por el tuneo de las vespas.
Ésta, al más puro estilo renteril. No caber duda de que se trata de un Rentero emigrado en busca de mejor fortuna y peor clima:
Por una parte, ese empeño renteril de ponerle música a cualquier cosa con dos ruedas, incluso el carrito de la compra. Este Rente-sueco ni corto ni perezoso le ha plantado el autorradio y dos altavoces a la vespa. Con un par de manzanas (suecas), oiga.
luego está el haberla pintado con los colores de Bavaria. Si es que a la cabra le tira...
y por último y como certificado de que esta es la moto de un Rentero sueco, esa reparación de asiento y fijación del altavoz con cinta adhesiva alumínica, discreta y práctica (la luz de freno también llevaba lo suyo) y esa elegante solución de fijar el freno del embrague con regleta eléctrica. Lo más, sin duda.
01 noviembre 2011
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